Los suelos laminados son pavimentos compuestos por diferentes capas, normalmente madera o derivados de la madera, siendo la superior un papel decorativo al que se le impregna una capa de corindón que le da la fortaleza.
Cada lama está formada por distintas capas:
- 1 y 2: La cara vista, está dividida en dos partes. Por un lado, una película protectora de Corindón y por otro la parte visible, un papel laminado que imita a la madera, es decir la parte decorativa.
- 3: Núcleo de fibras de madera compactadas bajo presión que le dan cuerpo a la madera. Este tablero de fibras para cumplir normativa debe ser HDF es decir con una densidad mínima de 800 Kg/m3
- 4: Contracara para compensar las tensiones se pone de manera cruzada con la capa superior lo que hace más estable el producto. Cuenta con tratamientos específicos que aportan prestaciones adicionales al suelo: antiestático, antihumedad, etc.
En el uso recomendado y propiedades del suelo influyen factores como:
- La calidad del tablero
- El sistema clic que utilice
- Capa de protección que tenga el suelo.
¿Qué pasos debes seguir para elegir el suelo laminado?
- Determina el uso que se le va a dar a ese suelo, así tendrás una idea de la resistencia que debe tener el suelo.
- Qué características específicas y adicionales debe cumplir ese suelo.
- La estética que busque tu cliente, aquí influyen colores, diseño, tamaño de lama, si tiene bisel, etc…
- Sistema de calefacción
También es importante que te fijes en el sistema de instalación, ahora hay sistemas de clicks automáticos que permiten ensamblar los extremos con un solo golpe y con los que ahorraréis un 30% de vuestro tiempo.
Para determinar estos parámetros debes fijarte en las características técnicas del producto, la cual se define en el suelo laminado, por la clase de uso:
¿Qué uso vas a dar al suelo laminado?
La clase de uso determina la idoneidad y resistencia de cada suelo. Está relacionada con el uso al que se destinará. Es la referencia fundamental, ligada en gran medida, a la garantía. La clase de uso va desde el 31 al 34 y da la idea de si el suelo es idóneo para una vivienda, para un comercio, con más o menos tránsito.
Para determinar el uso, es la combinación de varias pruebas la que lo determina:
- Resistencia al impacto
- Resistencia a la abrasión
- Resistencia a la humedad.
- Resistencia al desgaste
Por ello, la clase de uso es el sistema más fiable y completo para saber qué suelo es más interesante para qué instancias.
Datos técnicos sobre resistencia y desgaste:
Resistencia al desgaste
- AC-1(más de 900 vueltas)
- AC-2(más de 1.800 vueltas)
- AC-3(más de 2.500 vueltas)
- AC-4(más de 4.000 vueltas)
- AC-5(más de 6.500 vueltas)
Resistencia a la abrasión para uso comercial
- Clase 31– Para uso doméstico intensivo – comercial moderado.
- Clase 32– Para uso doméstico intensivo – comercial normal.
- Clase 33– Para uso doméstico intensivo – comercial intensivo.
- Clase 34– Para uso doméstico intensivo – industrial moderado.
Resistencia a la abrasión para uso doméstico
- Clase 21– Para uso doméstico moderado.
- Clase 22– Para uso doméstico general.
- Clase 23– Para uso doméstico intenso.
Los suelos laminados tienen otras muchas características que debes tener en cuenta como resistencia a las manchas, la alta densidad o baja, la capacidad de antideslizamiento, antiestáticos, etc
Una vez que hayas determinado qué suelo es técnicamente el más adecuado, habrá que tener en cuenta los criterios estéticos.